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Il cuscino di Giacobbe Puoi leggere quest’articolo in italiano cliccando qui
En el capítulo 28 del libro del Génesis, versículos 10-22, leemos que Jacob, hijo de Isaac y del que descienden las doce tribus de Israel, mientras iba hacia Harán llegó a un lugar, llamado Luz, donde decidió pasar la noche. Allí buscó una piedra que utilizó como almohada, se acostó y se durmió. Jacob soñó que muchos ángeles subían y bajaban de una escalera que desde la tierra llevaba al cielo. Soñó también que el Señor le reveló que habría dado la tierra en la que estaba acostado a él y a su descendencia y que ésta se extendería por los cuatro puntos cardinales. Además gozaría de su protección donde quiera que fuera. Jacob se despertó e interpretó que el lugar en el que se hallaba era la casa del Señor y llamó tanto al lugar como a la piedra Beth-el, que significa ‘la casa de Dios’. Clavó en el suelo la piedra que le había servido de almohada, como si fuera una estela, y la ungió.