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El culto de Carlomagno en Girona

26 martedì Ago 2025

Posted by Nicoletta De Matthaeis in Artículos en español, Curiosità

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Arnau de Montrodón, Carlomagno, Catedral de Girona, Girona, Jaume Cascalls, Silla de Carlomagno

Il culto di Carlo Magno a Girona. Puoi leggere quest’articolo in italiano cliccando qui

–  Clave de bóveda de la catedral de Girona con la efigie d Carlomagno

En el siglo XIV, en el norte y centro de Europa, núcleo de los territorios del Sacro Imperio Romano Germánico, comenzó a cristalizarse una especie de culto a Carlomagno, oficializado a partir de 1330, cuando se definieron las prácticas litúrgicas necesarias para la celebración de dicho culto. Este hecho no pasó desapercibido para el obispo de Girona (Cataluña, España), Arnau de Montrodon (1333-1348), quien también tuvo la oportunidad de realizar varios viajes por Europa, incluso antes de ser nombrado obispo, cuando era un simple canónigo de la catedral. Pero para llevar este culto a Girona era necesario encontrar un vínculo entre Carlomagno y la ciudad. Así, en el año 1345, se elaboró el documento Officium infesto Sancti Carli Magni imperatoris et confessionis, basado en material extraído de leyendas locales que hablaban del papel del emperador en la construcción de varios templos en la provincia y de la ocurrencia de eventos extraordinarios cuando el emperador entró en la ciudad tras haber expulsado a los musulmanes. Este documento era indispensable, para nuestro obispo, para llevar a cabo su propósito.

– Catedral de Girona

Y así, el 29 de enero de 1345 instituyó una fiesta en honor a San Carlomagno, con celebración litúrgica, lectura de un sermón y solemne procesión. Se introdujo así un culto, basado en el hecho —claramente una leyenda— de que el emperador había fundado la catedral de la ciudad tras haber expulsado a los sarracenos en el siglo VIII, además de haber sido un paladín y defensor de la ortodoxia cristiana. Carlomagno fue canonizado por el antipapa Pascual III en 11651, aunque esta canonización nunca fue reconocida por la Iglesia oficial. El obispo Arnau, además, estableció un vínculo entre el culto y la veneración del emperador con las reliquias de la Pasión presentes en la catedral: una Espina de la Corona y un fragmento de la Vera Cruz. La fiesta en su honor, que se celebraba cada 29 de enero, fue oficialmente suprimida en 1483 por decreto papal. Pero en la catedral, de una manera u otra, se continuó celebrando la memoria del emperador mediante la lectura del sermón en recuerdo de sus gestas. Cuando incluso este acto fue prohibido (en 1884), en 1916 se le hizo representar en una de las nuevas vidrieras junto a otros santos.

A comienzos del siglo VIII, la península ibérica fue invadida por los musulmanes y los principales lugares de culto fueron transformados en mezquitas. En ese mismo siglo, los francos comenzaron la conquista de los territorios situados en la franja inmediatamente al sur de los Pirineos, incorporándolos al reino franco. Girona, en particular, fue conquistada por los francos en el año 785. Pero si, según la leyenda, fue el propio Carlomagno quien conquistó estos territorios arrebatándolos a los sarracenos, en realidad él nunca participó personalmente en esa conquista, ni mucho menos puso un pie en esa ciudad.

Sin embargo, Girona es una ciudad que durante siglos ha estado vinculada al emperador desde que se instituyó la fiesta anual en su honor, como se mencionó anteriormente. Y los testimonios que hablan del paso y breve estancia del emperador en esta ciudad siguen muy vivos en la memoria colectiva y presentes en varias obras de arte dentro de la catedral.

– Torre de Carlomagno. Catedral de Girona

El templo primitivo, que los musulmanes transformaron en mezquita, fue nuevamente destinado al culto cristiano. La catedral, iniciada en el siglo XI en estilo románico, es actualmente el resultado de diversas intervenciones, por lo que en ella se encuentran presentes varios estilos arquitectónicos. El campanario románico del siglo XI es también conocido como la Torre de Carlomagno. Cuenta la leyenda que, en un frío día de invierno, el emperador decidió subir a la torre para contemplar el paisaje nevado. Pero al asomarse, Joyeuse (la Joyosa), su famosa espada, cayó desde la torre y se clavó en la tierra en el centro del claustro. La espada no pudo ser recuperada porque empezó a hundirse hacia el centro de la tierra… y aún sigue descendiendo, y cuando llegue al otro lado del globo, ¡la tierra se dividirá en dos provocando el fin del mundo!

– Silla de Carlomagno. Catedral de Girona

Otro vestigio importantísimo que pretende demostrar el paso de Carlomagno por la ciudad es la famosa “Silla de Carlomagno”. Es lo suficientemente ancha como para que puedan sentarse dos personas. Según la leyenda, era la silla o trono utilizado por el emperador en la catedral y posee poderes especiales. Si se sienta una pareja, ésta se casará en el plazo de un año. En cambio, si se sienta una sola persona, nunca se casará. Por ello, en esta silla se hacía sentar a los seminaristas antes de su ordenación, garantizando así que mantendrían el celibato. En realidad, se trata de una cátedra episcopal del siglo XI. Está situada detrás del altar mayor de la catedral, en un lugar elevado al que se accede subiendo por una de las dos rampas de escaleras que se encuentran a ambos lados del altar. Es de mármol y está decorada con varios bajorrelieves de motivos vegetales y con cuatro medallones que simbolizan a los cuatro evangelistas. En los laterales están esculpidos unos arcos sostenidos por columnas, y en la parte trasera del respaldo se puede ver un obispo y dos acólitos, añadidos posteriormente.

A Carlomagno también lo encontramos representado en una clave de bóveda de la catedral: un personaje barbudo, coronado y rodeado de flores de lis, símbolo de la monarquía francesa.

– Estatua de Carlomagno, obra de Jaume Cascalls, s. XIV. Museo-tesoro de la catedral de Girona

En el museo-tesoro de la catedral, el emperador está representado en una estatua de alabastro policromado, realizada por Jaume Cascalls en el siglo XIV y encargada por el obispo Arnau de Montrodon. La figura pisa animales grotescos que simbolizan el mal. Esta escultura, hasta finales del siglo XIX, se encontraba en una de las capillas del templo, la capilla de los Cuatro Santos Mártires, en un altar dedicado a San Carolus Magnus, donde permaneció hasta 1884 (fecha también de la suspensión de la lectura del sermón), cuando fue retirada por orden episcopal y trasladada al museo. Le falta la mano derecha, que probablemente sostenía una miniatura de la catedral.

La capilla de los Cuatro Santos Mártires fue construida con los propios fondos del obispo Arnau de Montrodon. Los cuatro santos mártires, patronos de la ciudad, fueron martirizados durante las persecuciones de Diocleciano y, según la tradición, sus reliquias fueron llevadas por Carlomagno desde la iglesia de Santa María hasta la catedral. Sin embargo, la capilla que hoy les está dedicada fue construida por iniciativa del obispo Arnau y financiada por él mismo. Este la dedicó a San Carlomagno, consagrándole un altar y una estatua. Así logró hacer que el culto a los patronos de la ciudad conviviera con el del emperador. También el relicario donde se conservan las reliquias de estos mártires es de la misma época. En esta capilla se encuentra también el sepulcro del obispo y de su sobrino Bertran, quien también fue obispo.

-Teca que contiene las reliquias de los Cuatro Mártires de Girona. Capilla de los Santos Cuatro Mártires. Catedral de Girona

¿Pero por qué tanto interés por parte de este obispo en instaurar y promover este culto? Porque era la plataforma ideal para construir un programa de exaltación ideológica y simbólica de esta sede episcopal. Una especie de herramienta propagandística para consolidar su prestigio frente a otros centros religiosos. Especialmente frente al intento de la vecina Ampurias de erigirse en sede episcopal, lo que habría supuesto una disminución del prestigio y poder de la sede de Girona. Esto fue algo que nuestro obispo logró evitar, precisamente porque supo demostrar un vínculo especial con una figura que en ese tiempo no solo había sido canonizada, sino que además había demostrado ser un protector especial de la ciudad, liberándola del yugo musulmán y fundando su catedral, además de haber traído a la ciudad importantísimas reliquias cristológicas. Y cuanto más importante es la sede, tanto más grande e importante es la imagen proyectada de quien la impulsó. También la capilla de los Cuatro Mártires fue construida para mayor gloria suya.

——

1.- El antipapa Pascual III fue obligado por Federico Barbarroja, pero esta canonización nunca fue ratificada por la Iglesia Oficial. Lee también el artículo: Carlomagno: ¿un santo?

Il culto di Carlo Magno a Girona

12 martedì Set 2023

Posted by Nicoletta De Matthaeis in Curiosità

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Tag

Arnau de Montrodón, Carlo Magno, Cattedrale di Girona, Girona, Jaume Cascalls, Sedia di Carlo Magno

El culto de Carlomagno en Girona. Puedes leer este artículo en español abriendo este enlace

– Chiave di volta della cattedrale di Girona con l’effigie di Carlo Magno

Nel XIV secolo, nel nord e centro Europa, nucleo dei territori del Sacro Impero Romano Germanico, cominciò a cristallizzarsi una sorta di culto per Carlo Magno ufficializzato a partire dal 1330 quando vennero  definite le pratiche liturgiche necessarie per la celebrazione di tale culto. Questo fatto non passò inosservato al vescovo di Girona (Catalogna, Spagna), Arnau de Montrodon (1333-1348), che ebbe anche la possibilità di realizzare diversi viaggi in Europa, anche prima di essere nominato vescovo, quando era un semplice canonico della cattedrale. Ma per portare questo culto a Girona era necessario trovare un legame fra Carlo Magno e la città. E così, nell’anno 1345 venne elaborato il documento Officium infesto Sancti Carli Magni imperatoris et confessionis in base a del materiale attinto da leggende locali che parlano del ruolo dell’imperatore nella costruzione di diversi templi nella provincia e l’accadere di eventi straordinari quando l’imperatore entrò nella città dopo aver cacciato i musulmani. Questo documento era indispensabile, per il nostro vescovo, per portare a termine il suo scopo.

– Cattedrale di Girona

E così, il 29 gennaio del 1345 istituì una festa in onore a San  Carlo Magno, con tanto di celebrazione liturgica, lettura di un sermone e solenne processione. Fu introdotto quindi un culto, basato sul fatto, chiaramente una leggenda, che l’imperatore aveva  fondato la cattedrale della città dopo aver cacciato i saraceni nel secolo VIII, oltre ad essere stato un paladino e difensore dell’ortodossia cristiana. Carlo Magno fu canonizzato dall’antipapa Pasquale III nel 11651, anche se questa canonizzazione non fu mai riconosciuta dalla Chiesa Ufficiale. Il vescovo Arnau, inoltre, stabilì un nesso tra il culto e venerazione per l’imperatore e le reliquie della passione presenti nella cattedrale, una Spina della Corona e un frammento della Vera Croce. La festa in suo onore, che veniva celebrata ogni 29 gennaio, fu ufficialmente soppressa nel 1483 per decreto papale. Ma nella cattedrale, in un modo o nell’altro, si continuava a celebrare la memoria dell’imperatore attraverso la lettura del sermone in ricordo delle sua gesta. Quando anche questo atto fu proibito (1884) nel 1916 fu fatto rappresentare in una delle nuove vetrate insieme ad altri santi.

Agli inizi dell’VIII secolo la penisola iberica fu invasa dai musulmani ed i principali luoghi di culto furono trasformati in moschee. Nello stesso secolo i franchi iniziarono la conquista dei territori situati nella fascia immediatamente al sud dei Pirenei incorporandoli al regno franco. Girona in particolare fu conquistata dai Franchi nel 785. Ma se secondo la leggenda fu lo stesso Carlo Magno a conquistare questi territori strappandoli ai saraceni, lui personalmente non partecipò a questa conquista, né tanto meno mise mai piede in questa città.

Però Girona è una città che per secoli è stata vincolata all’imperatore a partire da quando venne istituita la festa annuale in suo onore, come accennato prima. E le testimonianze che parlano del passaggio e breve soggiorno dell’imperatore in questa città son ancora molto vive nella memoria e presenti in varie opere d’arte nella cattedrale.

– Torre di Carlo Magno Cattedrale di Girona

Il primitivo tempio che i musulmani trasformarono in moschea, fu di nuovo destinato al culto cristiano. La cattedrale, iniziata nel secolo XI in stile romanico, è attualmente il risultato di diversi interventi, essendo quindi  presenti vari stili architettonici. Il campanile romanico, del secolo XI, è anche chiamato torre di Carlo Magno. Racconta la leggenda che in una fredda giornata d’inverno l’imperatore decise di salire sulla torre per contemplare il paesaggio nevicato. Ma nello sporgersi, Gioiosa, la sua famosa spada, cadde dalla torre conficcandosi nella terra al centro del chiostro. La spada non poté essere recuperata perché cominciò a scendere verso il centro della terra e … continua ancora a scendere, e quando arriverà dall’altra parte del globo, la terra si dividerà in due provocando la fine del mondo!!!

– Sedia di Carlo Magno. Cattedrale di Girona

Un altro reperto importantissimo che vuole dimostrare il passaggio di Carlo Magno nella città è la famosa ‘Sedia di Carlo Magno’. E’ larga abbastanza da far poter sedere due persone. Secondo la leggenda era la sedia o il trono usato dall’imperatore nella cattedrale e ha dei poteri speciali. Se si siede una coppia, questa si sposerà entro un anno. Invece se si siede una sola persona, questa non si sposerà mai. Quindi su questa sedia venivano fatti sedere i seminaristi prima della loro ordinazione e così si garantiva che avrebbero mantenuto il celibato. In realtà è un seggio episcopale del secolo XI. Si trova dietro l’altare maggiore della cattedrale, in un luogo elevato raggiungibile salendo una delle due rampe di scale che si trovano ad ambedue i lati dello stesso. E’ in marmo e decorato con diversi bassorilievi con motivi vegetali e con quattro medaglioni che simbolizzano i quattro evangelisti. Nei due lati sono scolpiti degli archi sostenuti da colonne e la parte posteriore dello schienale possiamo vedere un vescovo e due accoliti, aggiunti posteriormente.

Carlo Magno lo troviamo anche rappresentato in una chiave di volta della cattedrale. Un personaggio barbuto, incoronato e circondato da fiordalisi, che sono appunto il simbolo della monarchia francese.

– Statua di Carlo Magno, opera di Jaume Cascalls, sec. XIV. Museo-tesoro della cattedrale di Girona

Nel museo-tesoro della cattedrale l’imperatore è rappresentato in una statua di alabastro dipinto, realizzata da Jaume Cascalls nel XIV secolo, e commissionata dal vescovo Arnau de Montrodon. Il personaggio calpesta animali grotteschi che simbolizzano il male. Questa scultura fino alla fine del XIX secolo era situata in una delle cappelle del tempio, la cappella dei Quattro Santi Martiri, in un altare dedicato a S. Carolus Magnus, dove rimase fino al 1884 (data anche della sospensione della lettura del sermone) quando fu fatta rimuovere per ordine episcopale e fu quindi portata nel museo. Manca la mano destra che probabilmente sosteneva una miniatura della cattedrale.

La cappella dei Quattro Santi Martiri fu fatta costruire a spese dello stesso vescovo Arnau de Montrodon. I quattro santi martiri, patroni della città, furono martirizzati a causa delle persecuzioni di Diocleziano e, secondo la tradizione, le loro reliquie furono fatte portare da Carlo Magno dalla chiesa di Santa Maria alla cattedrale. Ma la cappella che oggi è a loro dedicata fu fatta costruire per iniziativa del vescovo Arnau e pagata da lui stesso. Questi la intitolò a San Carlo Magno, dedicandogli un altare ed una statua. E così riuscì a far condividere il culto dei patroni della città con quello dell’imperatore. Anche la teca dove si conservano le reliquie di questi martiri è della stessa epoca. In questa cappella si trova anche il sepolcro del vescovo e di suo nipote Bertran, anche lui vescovo.

-Teca contenente le reliquie dei Quattro Martiri di Girona. Cappella dei Santi Quattro Martiri. Cattedrale di Girona

Ma perché tanto interesse da parte di questo vescovo di instaurare e promuovere questo culto? Perché era la piattaforma ideale per costruire un programma di esaltazione ideologica e simbolica di questa sede episcopale. Una sorta de strumento propagandistico per consolidare il suo prestigio rispetto ad altri centri religiosi. E particolarmente verso il tentativo della vicina Ampurias di ergersi sede episcopale con la conseguente diminuzione di prestigio e potere di quella gerundense. Cosa che il nostro vescovo riuscì a scongiurare, proprio grazie a che fu capace di dimostrare un vincolo speciale con un personaggio che a quei tempo non solo era stato canonizzato ma che aveva dimostrato di essere un protettore speciale di questa città, liberandola dal giogo musulmano e fondando la sua cattedrale, oltre ad aver portato alla città delle importantissime reliquie cristologiche. E quanto più importante è la sede, altrettanto grande e importante è l’immagine proiettata del suo fautore. Anche la cappella dei Quattro Martiri fu fatta costruire a sua maggiore gloria.

—-

1.- L’antipapa Pasquale III fu costretto da Federico Barbarossa, però questa canonizzazione non fu mai ratificata dalla Chiesa Ufficiale. Leggi anche l’articolo: Carlo Magno: un santo?

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