Tag

, , , , , , , , , , ,

Le reliquie di San Giuseppe. Puoi leggere quest’articolo in italiano cliccando qui

– San Giuseppe con la vara florida. Guercino (1591-1666) – Moretti Gallery, Londres

Los Evangelios nos hablan muy poco de San José que murió antes de que Jesús empezara su vida pública. Algunos datos más los encontramos en los los apócrifos, en particular a la ‘Historia de José el Carpintero’1. Cuando José se casó con la Virgen ya era un anciano, viudo y padre de 6 hijos, dos mujeres y cuatro varones, uno de los cuales tal vez fuera Santiago, varias veces citado en los Evangelios como ‘el hermano del Señor’. Parece ser que fue el único en permanecer en el hogar familiar, porque era el más pequeño, y sucesivamente sería apóstol de Cristo, conocido como Santiago el Menor. José, hasta el día de su muerte, a la edad de 111 años, habría disfrutado de una salud excelente, continuando a desempeñar su oficio de carpintero hasta el final.

“Con el pasar de los años, su vejez avanzaba cada vez más. Pero no padecía de ninguna enfermedad corporal, no vaciló su vista, tampoco perdió ningún diente su boca; en toda su vida, siempre tuvo la mente lúcida. En sus asuntos siempre tuvo un vigor juvenil, como el de un muchacho, sus miembros siempre fueron íntegros y libres de todo dolor. Toda su vida de ciento y once años: una vejez muy avanzada”2.

Cuando murió fue sepultado con todos los honores en Nazareth, después de que su alma fuera llevada al cielo por los ángeles:

“Llegaron entonces Miguel y Gabriel cerca del alma de mi padre José, la cogieron y la envolvieron en un envoltorio resplandeciente. Encomendó así su espíritu en las manos de mi Padre bueno, y él le dio la paz. Ninguno de sus hijos aún no se había dado cuenta que se había dormido. Pero los ángeles preservaron su alma de los demonios de las tinieblas que estaban en la vía, y alabaron a Dios hasta que le acompañaron a la morada de los píos.”3

El lugar de su sepulcro no ha sido nunca localizado con precisión. Los estudiosos barajan diversas hipótesis, pero solo son conjeturas. ¿Qué nos queda, entonces, de José? Un jirón de su manto, su cíngulo y su bastón, además de centenares de fragmentos diseminados en muchos lugares del mundo que serían partes de las citadas reliquias.

– Relicario que contiene una parte del manto de San José, en la parte inferior, y un fragmento del velo de la Virgin María, en la parte superior. Iglesia de Santa Anastasia al Palatino, Roma

En Roma, en la iglesia de Santa Anastasia en el Palatino encontramos una parte de su manto, presente desde el siglo IV. Esta reliquia la habría traído a Roma San Jerónimo, junto con un fragmento del velo de la Virgen. Ambas reliquias están dentro de un relicario del siglo XVII que normalmente se conserva en un armario blindado. El relicario se expone en ocasiones especiales.

En Joinville (Haute-Marne, Francia), en la iglesia de Notre Dame, se conserva su cíngulo, o cinturón. Lo habría llevado a esta ciudad en 1248 un tal Jean de Joinville, cronista de la Séptima Cruzada y amigo del rey Luis IX (el futuro San Luis de los Franceses), a la vuelta de la misma. La entregó al capítulo de San Lorenzo y más tarde mandó construir una capilla para albergar la reliquia en la iglesia de San Lorenzo. En el transcurso de los siglos a la reliquia le fueron sustrayendo pequeñas partes para satisfacer la demanda de diferentes iglesias también situadas en Francia. El último trozo que se quitó, cortado personalmente por el obispo de Châlons en 1662, fue contra la voluntad del capítulo de San Lorenzo y de los habitantes de Joinville. A partir de ese momento estuvo terminantemente prohibido tocar la reliquia y se impidión que fuera separado ningún trozo, aunque fuera pequeñísimo, so pena de excomunión.

-El cíngulo de San José. Iglesia de Notre Dame, Joinville, Francia

Actualmente está custodiada en un relicario de 1868, porque el primero se perdió a causa de la Revolución Francesa y la iglesia de San Lorenzo fue destruida. El relicario está situado en una teca en la capilla dedicada al santo en la citada iglesia de Notre Dame. Se presenta enrollada sobre un cilindro de cristal sostenido por seis personajes, a modo de palanquín: el mismo Jean de Joinville, el rey Luis IX, el obispo de Châlons, un monje de St. Urbain y dos ángeles.

– Cíngulo de San José visible a través de una de las aperturas o ventanitas hechas ex profeso.
– Cíngulo de San José. Detalle de la funda de seda con el broche de marfil

El cíngulo, visible a través de doce pequeñas aperturas rectangulares o ventanitas, mide aproximadamente un metro y medio y tiene unos cuatro centímetros de ancho. Está hecho con un tejido crudo de color grisáceo. La funda de seda que lo contiene mide un metro cincuenta por diez cm y muestra los emblemas de Joinville. Tiene frases bordadas que describen las virtudes de San José, y unas azucenas, también bordadas. En los extremos se exhiben botones y está sellado con un broche de marfil, o hueso. Después de la llegada de esta reliquia se habría desarrollado el culto a San José en esta región.

Y ahora vamos a hablar del bastón … o de los bastones.

En Nápoles, la “Archiconfraternita di San Giuseppe dell’Opera di Vestire i Nudi” (Archihermandad de San José de la Obra de Vestir a los Desnudos), que se encuentra en la colina de San Potito, está en poder de la que está considerado como la vara de San José, aquélla que, según los Evangelios apócrifos, floreció milagrosamente indicando, con esta señal, que debía ser, entre los varios pretendientes, precisamente José el esposo de María.

– Vara de San José (la ‘mazzarella’) – Iglesia de San José de los Desnudos, Nápoles
– Vara de San José, detalle

La historia de esta reliquia está ligada a la del cantante lírico napolitano Nicola Grimaldi, también llamado Nicolini, una voz blanca muy apreciada en el siglo XVI en los ambientes más aristocráticos. Entre sus admiradores estaba también la reina Ana de Inglaterra. En 1712 el cantante, gracias a los favores de los que gozaba en la corte inglesa, consiguió que no condenaran a muerte a un amigo suyo. Y la madre de éste, en agradecimiento, le hizo obsequio de la reliquia que su familia custodiaba desde hacía siglos, desde cuando fue llevada a Inglaterra por algunos cruzados.

Según otra versión, el mismo Grimaldi lo habría comprado en Inglaterra como el bastón usado por José para acompañar a María a la gruta de Belén. Y otra versión más, que Grimaldi lo había recibido en circunstancias misteriosas de los herederos del comandante del condado de Sussex que lo había sustraído de un convento de carmelitanos, donde estaba custodiado.

Lo cierto es que lo llevó consigo a Nápoles y lo expuso, a la pública veneración, en la capilla privada de su casa. Con el paso de los años, ante del deterioro de la reliquia por el contacto continuo con los devotos, fue entregada en custodia a la citada hermandad y sucesivamente, en 1795,muchos años después de la muerte del cantante, cedida a la misma. A partir de 1732, año de la muerte del cantante, la reliquia no fue expuesta más al público.

Pero desde el 19 de marzo de 2019, y después de casi tres siglos, la ‘mazzarella’ (el bastoncito) de San José, que es cómo la llaman los napolitanos, se puede visitar en la iglesia de San Giuseppe dei Nudi (San José de los Desnudos), donde está expuesta permanentemente dentro de una teca de cristal, para que los fieles pueden visitarla sin ‘sfruculiarla’ (restregarla).

Pero este bastón de San José no es el único.

– Vara de San José. Monasterio de Camaldoli (Arezzo)
– Sagrada Familia con el cordero. 1507 – Rafael Sanzio – Museo del Prado (Madrid)

Otro bastón se encontraba en Florencia ya desde el siglo XV en el monasterio camaldolés María de los Ángeles, siendo éste también el que habría florecido milagrosamente en el momento de escoger al esposo de María. Lo llevó a Florencia el cardenal Bessarione, patriarca de Constantinopla, durante el Concilio de Florencia que empezó en 1439.  Fue entregado al Prior general de la Orden de los Camaldoleses, Ambrogio Traversari, y fue custodiado en el monasterio hasta 1935, cuando se llevó al Monasterio de Camaldoli (Arezzo) donde todavía se conserva en una teca de oro. Son muchas las curaciones atribuidas a esta reliquia y las gracias recibidas. El bastón de San José estaba protegido por una custodia de plata para impedir su deterioro y que los fieles se llevasen pequeños fragmentos. Se trata de un bastón de madera, delgado y liso, y ha sido representado por Rafael en algunos de sus cuadros.

– Sagrada Familia con la palmera 1506 – Raffael Sanzio – National Gallery of Scotland, Edimburgo

Come es evidente, es bien distinto del anterior. En la Edad Media, y sobre todo en la época de las Cruzadas, un gran número de reliquias ligadas a Cristo y a sus allegados, auténticas, falsas o presuntas, han llegado a Occidente, y lamentablemente, en la mayoría de los casos, es imposible remontarse a su origen. Y en esa época casi todo se daba por bueno. Algunas han sido objeto de especulación pero también han servido para alimentar la fe de muchas personas. Dos caras de la misma moneda.

——

(1) –  Storia di Giuseppe il Falegname (recensione arabo-latina), in: Vangeli della Natività e dell’infanzia, in: Apocrifi del Nuovo Testamento, Vol, 1 – Torino 1971 – (2) – Ibidem. 10, 1-2. – (3) – Ibidem 23, 1-2.