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Le reliquie del Re del Rock Puoi leggere quest’articolo in italiano cliccando qui
Han pasado unos cuarenta años desde la muerte de Elvis Aaron Presley (1935-1977), el gran Elvis, pasado a la historia como el Rey del Rock. Pero su fama y su recuerdo están más que nunca presentes. Sus canciones inmortales han enamorado a millones de personas de todo el mundo y sus pertenencias han sido muy disputadas entre los coleccionistas. Además, visto desde un punto de vista venal, crematístico, el ‘negocio’ ligado a la figura de Elvis todavía va viento en popa, en pocas palabras, es una mina de oro.
Su casa de Graceland, cerca de Menphis, Tennessee, que fue oficialmente abierta al público en 1982, recibe continuamente la visita de curiosos y nostálgicos. Un increíble ‘entourage‘ se ha creado en torno de la memoria del mitico cantante: visitas guiadas, club de socios, eventos especiales, bodas, hoteles concertados, menús especiales, y un largo etcétera. Buscando un poco en la web, podemos encontrar varios vídeos de su casa y muchísimas fotos. Aquí tenemos algunas:
Las visitas se multiplican por mil en el aniversario de su muerte, cuando se organizan eventos especiales. Legiones de admiradores peinados a lo Elvis, tupé y maxi-patillas, pantalones pata de elefante, llegan en peregrinación a Graceland. En la víspera encienden velas y cantan durante aproximadamente una hora las canciones del Rey, y mientras cantan muchos creen entrever la sombra de Elvis o su cara entre las copas de los árboles circundantes. Muchos lloran.
Quienes, en cambio, no lloran son los centenares de vendedores de ‘talismanes’ de Elvis que para la ocasión llegan desde todos los puntos de los Estados Unidos y para los cuales se dispone una carpa especial. A cada uno se les alquila una mesa para exponer sus tesoros y para acceder a la carpa hay que pagar la entrada. Este gran comercio se añade al ‘fijo’ de las muchas tiendas, hoteles, restaurantes, etc. que deben su subsistencia a la imagen de Elvis.
En Graceland, no sólo está la casa de Elvis, sino también su tumba. En el Meditation Garden la podemos visitar junto a la de sus familiares. Inicialmente estaban en el cementerio de Forest Hill, junto a la de su madre, pero fueron trasladadas a Graceland después de un fallido intento de robo de su cuerpo, a sólo pocos días de su muerte.
Muchos son los coleccionistas de discos, fotos, y cualquier cosa que haga referencia al cantante. Pero entre todos, hay una en concreto que destaca por mucho entre la masa: Joni Mabe, o la Reina del Rey (The Queen of the King), como a ella le gusta que la llamen. Cerca de 30.000 objetos del Rey del Rock forman su casa-museo en Cornelia, Georgia que ella misma ha bautizado con el nombre de The Panoramic Encyclopedia of Everything Elvis.
En el vídeo aquí a continuación podemos ver a la misma Joni Mabe quien nos presenta orgullosa su colección
No dejen de verlo.
Esta colección está en el libro de los Guiness y durante 14 años la ha llevado por el mundo hasta que, en 1999, la instaló definitivamente en la antigua casa familiar. Una vez al año organiza también un festival de imitadores de Elvis además de otras atracciones. Pueden degustarse las comidas favoritas del Rey del Rock.
Entre todos los objetos de esta gran colección, hay algunos que llaman particularmente la atención. Por ejemplo, la verruga de la mano de Elvis (The Elvis Wart), considerada la pieza más importante de la colección. Le fue extirpada al cantante en 1958 poco antes de que fuera a incorporarse al servicio militar. El médico, con visión de futuro, la guardó. Y Joni Mabe la compró en 1993. Nunca reveló cuánto le costó pero admitió haber tenido que pedir un préstamo. Se conserva en un vial de formol, apoyada sobre suave terciopelo rojo. Por esta reliquia se interesó la ‘Sociedad Americana para la clonación de Elvis’ como posible fuente de ADN. Pero Joni Mabe nunca se quiso separar de ella, no sólo porque es la pieza de mayor valor de la colección, sino porque considera que Elvis es único, y no existe ni podrá existir otro.
Pasamos ahora a otra reliquia, también perteneciente a la colección de Joni Mabe pero que ella misma juzga dudosa. Se trata de la posible uña del pie de Elvis, o también llamada ‘la tal vez uña del pie de Elvis’ (Maybe Elvis Toenail). Mabe la encontró en una de las habitaciones de la casa de Graceland. Se alejó discretamente de la visita guiada y, tocando una alfombra, sintió que algo se enganchó a su dedo.
Otros tesoros de la colección de Mabe son trocitos de cabellos de Elvis obtenidos de su barbero de Los Ángeles o una vial con su sudor.
Además de esta colección, en la casa de Graceland existen muchos otros objetos que pertenecieron al cantante y que de vez en cuando son protagonistas de crónica, como por ejemplo, los calzoncillos sucios del Rey del Rock.
Algunas semanas antes de su muerte Elvis cantó en Las Vegas y en esa ocasión, debido a un problema de incontinencia, ensució los calzoncillos. Después de su muerte, alguien de su familia, tal vez su padre, los vendió a un coleccionista el cual, sin tampoco él lavarlos, los puso en un marco, quizás para poder contemplarlos en la intimidad de su casa. No sé cuáles fueron las peripecias de esta prenda íntima, pero en 2012 fue subastada por la casa británica Stockport junto con otro centenar de objetos del cantante, entre los cuales una biblia con notas del artista. Los medios de comunicación que daban la noticia de esta extraordinaria subasta preconizaban un precio de compra de los famosos calzoncillos de unas 10.000 libras (unos 12.000 Euros). Pero la verdad fue que las ofertas no superaron ni siquiera el precio de salida (7.000 libras) por lo que los calzoncillos no se vendieron. Otra suerte tuvo la biblia que se vendió por nada menos que 75.000 Euros.
En otra subasta del año 2012, de la casa Leslie Hindman de Chicago, se pusieron a la venta más de 150 objetos del cantante que pertenecían al ex presidente del club de fans de Elvis. Entre estos estaba también un mechón de su pelo que fue comprado por 18.300 dólares.
En la subasta el año 2012 también se vendió un diente y una corona (con la huella) que su dentista le rehizo después de habérselo roto en 1971 con un micrófono durante un concierto en Las Vegas. En la época, su dentista hizo dos, en caso lo rompiera de nuevo…. Fue adquirida por le dentista canadiense Michel Zuk (que también había comprado el diente de John Lennon), por 6.500 libras. Recientemente, en el abril de 2014, ‘The King’s crown’ (La corona del Rey), así es como se llama, fue expuesta por todo el Reino Unido, llevada por un doble de Elvis, como reclamo, en beneficio de una campaña de sensibilización contra el tumor de boca.
Si Elvis resuscitara…..!!!!
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Nicoletta, mi fan una certa impressione le sue reliquie, sai…
E a chi no?
Ah ecco..siccome passo per un tipo impressionabile 😀