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I pannolini di Gesù: potevano mancare?                                                 Puoi leggere quest’articolo in italiano cliccando qui

Aunque las reliquias de Cristo más veneradas son las de la pasión, hay otros ‘objetos’ que, sin embargo, recuerdan su infancia. Desde el famoso y polémico ‘prepucio’ a los listones de su cuna, o la paja del pesebre, fragmentos del establo, que en realidad era una gruta y de la cual existen muchos fragmentos en diferentes iglesias. Pero hay más: también tenemos sus pañales.

Encontramos estas tiras de tela en diferentes lugares del orbe cristiano y en la mayor parte de los casos no sabemos de qué manera han llegado a dichos lugares ni cómo o por qué tienen la consideración de pañales del Niño Jesús, o cómo son venerados como tales. En Roma existen en diferentes iglesias, como por ejemplo en Santa María la Mayor. Parece ser que a inicios de siglo V las emperatrices Eudoxia y Pulqueria obtuvieron del patriarca de Jerusalén algunos pañales del niño Jesús y podría ser posible que algunos llegasen a Roma junto con la Sagrada Cuna. Luego esta reliquia cayó en el olvido. Curiosamente los pañales volvieron a estar de actualidad en 2007, año en que se empezó la misa de nochebuena con una procesión de la reliquia llamada ‘panniculum’, un pequeño trozo de tela de unos 20 x 15 cm, que se presentaba como una parte de esos pañales. De este hecho se hicieron eco muchos diarios romanos del 28 de diciembre de ese mismo año.

Otro ‘pañal’ famoso es el de Spoleto (Italia), con una tira de lino de baja calidad de 20×25 cm, conservado en el Museo Diocesano, cerca de la Catedral, con certificado de autenticidad. Se volvió a descubrir en 1996, después de varias décadas, y a partir de esta fecha se expone en la catedral en nochebuena.

Del hallazgo habló el diario ‘Il Tempo’ del 22-12-1996. A continuación, el texto de la noticia (traducido)

“HALLADO EL PAÑAL DE JESÚS

ROMA – Después de centenares de millares de fragmentos óseos y anatómicos de mártires y santos o los millares de clavos y fragmentos de la cruz, la Navidad de 1996 devuelve al pueblo de los fieles una reliquia única en su género: el ‘pañal’ del Niño Jesús, considerado auténtico ya desde 1175. La inusual reliquia fue descubierta durante las obras de restauración o restructuración de la Catedral de Spoleto. El ‘Santo pañal’, que se expondrá en nochebuena durante la misa de medianoche, se encontró en uno de los tantos armarios de la antigua sacristía de la Catedral de la localidad de Umbría, en el que había ido a parar y había sido olvidado durante más de treinta años junto con candelabros de plata del setecientos, paramentos y preciosos enseres sagrados de la época. La original reliquia es, en realidad, una tira de lino ‘pobre’ rectangular (20 x 25 cm) antiguamente utilizada para fajar a los niños, conservada en un precioso relicario de plata de 1670, comisionado por el entonces arzobispo de Spoleto, cardenal Facchinetti. El primer certificado de autenticidad se remonta a 1175, durante el pontificado de Alejandro III, dos años después de la reconstrucción de la catedral (1173), que se llevó a cabo después de la destrucción de la misma por parte de Federico Barbarroja”.

Pero no son los únicos. Fragmentos de estos pañales existen en diferentes iglesias del mundo católico.

Santo Pañal de Lleida, como era antes de la Guerra Civil española

Uno de los más famosos es el ‘Santo Pañal’ conservado en Lleida, España. Aunque de él solo quedan 3 hilos, estaba considerada como una reliquia extraordinaria porque dotada de poderes especiales. Curaba enfermedades si se la aplicaba en la cabeza y era refractaria al fuego. El rey Fernando VII la llevó a Madrid para evitar problemas con el parto de la reina Isabel II. La reliquia llegaría, no se sabe cómo, de Jerusalén a Túnez, donde la encontró un comerciante de Lleida, Arnau de Solsona. Este fue apresado en Mallorca junto con su mujer Elisenda y su hija Guillamona, durante una incursión que el rey de Túnez hizo a la isla. Los tres fueron llevados a Túnez y la hija Guillamona fue dada en esposa al hijo del rey. Durante este tiempo descubrieron que entre los tesoros del rey también estaba el santo pañal. Lo cogió Elisenda y lo guardó escondido hasta su regreso a Lleida. Después el marido Arnau donó la reliquia a la catedral en 1297, poco antes de morir.

 

Relicario con los hilos que quedan del pañal de Lleida (arriba) y detalle (abajo)

Durante la Guerra Civil española (1936-39) la reliquia quedó casi destruida, quedando solo pocos hilos, que ahora se conservan también en Barcelona y en Escalona del Prado (Segovia).

Si esta reliquia nos deja ‘cuando menos perplejos’, hay otras en circulación (o había) que sobrepasan este límite, pero serán objeto de futuros artículos.