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I quattro pilastri della cupola di San Pietro. Puoi leggere quest’articolo in italiano cliccando qui
En la basílica de San Pedro del Vaticano, en los cuatro pilares que sostienen la cúpula, hay otros tantos nichos que dan acceso a unas capillas que fueron diseñadas para custodiar las reliquias más importantes del templo, si excluimos los restos del apóstol San Pedro, que se encuentran en la Necrópolis Vaticana bajo el altar mayor de la basílica.
Cada uno de estos nichos está ocupado por una enorme estatua de más de tres metros, además del pedestal, que nos indica cuál es la reliquia custodiada en la respectiva capilla. Por encima de estas estatuas pueden verse balcones ornamentales utilizados para la exposición de las reliquias. El acceso a las capillas y consiguientemente a los balcones sólo está permitido a los canónigos de la basílica, que son los únicos encargados de las ostensiones.
Las estatuas, encargadas por Urbano VIII (1623-1644) representan: la Verónica, Santa Elena, San Longino y San Andrés. Todas fueron creadas a raíz de las ideas arquitectónicas de Bernini, aunque finalmente el artista sólo llevase a cabo una de ellas.