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La sacra corda.     Puoi leggere quest’articolo in italiano cliccando qui

Detalle de la cruz-relicario que contiene la ‘Cuerda Sagrada’

La mayoría de las personas del mundo cristiano conocen la existencia de las reliquias de Cristo, o por lo menos ha oído hablar de ellas, sobre todo de los fragmentos de la cruz, los clavos y la espinas de la corona. No obstante, existe una de la que muy pocas son las personas han oído hablar. Me refiero a la ‘Cuerda Sagrada’. Se trataría de un fragmento de la cuerda utilizada para atar las manos de Cristo, desde su arresto hasta su crucifixión.

Se encuentra en la iglesia del monasterio de Timios Stavros (es decir, de la Santa Cruz) en Omodos, Chipre. ¿Cómo habría llegado hasta allí? Una vez más la tradición recurre a Santa Elena. En su viaje de regreso de Jerusalén, ciudad en la que encontró la Vera Cruz y los clavos (y que por lo visto también la cuerda) hizo una etapa en Chipre.

Este pedazo de cuerda de cáñamo, supuestamente manchada de sangre, está custodiada en el interior de una cruz-relicario de 1817, visible en la parte principal del iconostasio, colocada al lado de la imagen del Salvador. La cruz de madera, revestida de plata y oro, está decorada con imágenes de la vida de Cristo. En los cuatro extremos, los cuatro evangelistas. En el centro, en la intersección de los dos brazos, una puertecita dorada permite ver la ‘Agios Kanavos’ (la sagrada cuerda de cáñamo). Se trata de un hallazgo único en el mundo.

Iconostasio de la iglesia del monasterio de Timios Stavros

El monasterio es uno de los más antiguos de Chipre, pero el complejo que podemos ver hoy no tiene nada que ver con el antiguo (siglo XII), que según la tradición fue construido sobre una estructura anterior, ya existente antes de la llegada de Santa Elena. Algunos historiadores, como Neofytos Rodinos y el monje y viajero ruso Barskym, hacen referencia a la llegada de la santa y al hecho de que la cuerda sagrada fuera donada a este monasterio. Probablemente estos escritos se basan en fuentes o tradiciones antiguas porque estos dos autores son del siglo XVIII.

La tradición cristiana en Chipre se remonta a los tiempos de los apóstoles, y concretamente a Bernabé, uno de los discípulos, nacido en este lugar. Fue Bernabé quien presentó a San Pablo a los apóstoles y les convenció acerca de sus buenas intenciones, superando así sus reticencias. Bernabé acompañó posteriormente a San Pablo en algunos de sus viajes. También volvió a Chipre, una vez con Pablo y Marcos (45 d.C. aprox.) y ora vez solo con Marcos, que era su sobrino. En este segundo viaje Bernabé fue martirizado, en Salamis. Y está considerado como el fundador de la Iglesia chipriota.

Detalle del iconostasio, donde está expuesta permanentemente la cruz-relicario que contiene la ‘Cuerda Sagrada’

Sobre la fecha exacta de los orígenes del monasterio no hay testimonios escritos, pero probablemente se remonten a principios del siglo III. Según la tradición, una noche los habitantes del lugar vieron algunos matorrales ardiendo en la zona donde hoy está el monasterio. Al alba volvieron al lugar pero del fuego no había ningún rastro. Este fenómeno se repitió durante varias noches. Su curiosidad les hizo cavar y descubrieron una pequeña gruta en la que hallaron una cruz. Construyeron una capilla en ese mismo lugar para darle cobijo y se convirtió en un lugar importante de veneración de la Santa Cruz. Con el pasar del tiempo la construcción poco a poco se convirtió en el monasterio que encontró Santa Elena a su llegada a Chipre (alrededor del año 327), habiendo desembarcado en la costa meridional de la isla, entre Larnaka y Lemesos (Limassol), en un lugar llamado aún hoy ‘Vasilikó’ (Real).

El monasterio, que ya era importante, después de este evento lo fue mucho más. Con el pasar de los siglos ha tenido diferentes fases. Durante la dominación turca (alrededor de 1700), obtuvo un decreto de inmunidad, garantizándose así su supervivencia. A pesar de ello, de sus estructuras originales no queda casi nada, de hecho el complejo es de reciente construcción. En 1917 la propiedad del monasterio pasó a los habitantes de Omodos y algunos años más tarde, cuando ya no quedaba ningún monje, se convirtió en parroquia. Hacia 1946 se empezaron unas obras de restauración que se prolongaron hasta 2003. Hoy en día el monasterio contiene siete museos de diferentes argumentos: histórico, artístico y religioso y también del folklor. Es la sede de eventos y exposiciones sobre la historia y las tradiciones locales.

El monasterio, además de la Cuerda Sagrada, custodia también otras importantes reliquias, como el cráneo de San Felipe y la pequeña cruz descubierta en la gruta, que está engarzada dentro de una cruz más grande.