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Il sangue di San Gennaro: miracolo o trucco?                                            Puoi leggere quest’articolo in italiano cliccando qui

San Jenaro, el santo tan querido por los napolitanos y uno de los más famosos de Italia debe su fama al milagro que todos los años se produce para tranquilizar a los napolitanos de que todo va bien y no se pronostican catástrofes. Para saber más sobre este importante personaje de la Iglesia y de sus reliquias, remito a la lectura de un articulo de Lois, también publicado en este blog.

Aquí hablaremos sólo de su sangre, y más precisamente del hecho que desde hace siglos su sangre coagulada en determinadas ocasiones se vuelve líquida. Es lo que comúnmente se conoce como el milagro de San Jenaro.

Según la tradición, la sangre de San Jenaro, inmediatamente después de su martirio (siglo IV), fue recogida en dos ampollas, una más grande y otra más pequeña, que se convertirán en el atributo del santo. Pero estas reliquias, junto con su cabeza, no fueron expuestas a la veneración popular antes del siglo XIV, en 1305, por iniciativa de Carlos II de Anjou. Y la sangre se licuó por vez primera en 1389, o por lo menos la primera vez en que este hecho fue documentado, durante una procesión organizada para prevenir una grave carestía. Pero si se quiere atender a la tradición, se habría licuado por vez primera en el siglo V, cuando los restos del santo fueron trasladados desde el Agro Marciano a Nápoles, en las catacumbas debajo de Capodimonte.

El milagro de la licuación de la sangre de San Jenaro se produce tres veces al año: el sábado que precede el primer domingo de mayo y los ocho días siguientes; el 19 de septiembre y toda la octava de celebraciones en honor del santo; y el 16 de diciembre. Y mientras la sangre de las ampollas se licúa, al mismo tiempo en Pozzuoli, las manchas de sangre sobre la piedra donde el santo fue decapitado parecen tomar un color más intenso y rezumarían.

Esta piedra, según estudios recientes, sería un fragmento de un altar paleocristiano del siglo VI con restos de barniz rojo y cera (???).

Pero el milagro de San Jenaro, que hasta hace no mucho tiempo fue considerado como un fenómeno inexplicable, ¿tiene alguna explicación científica? El CICAP (Comité Italiano para el Control de las Afirmaciones de las Pseudociencias) no tiene ninguna duda, puesto que proporcionaron la prueba, en 1991, de cómo puede obtenerse una sustancia sujeta a licuación como la de la sangre de San Jenaro. Según el CICAP, el fenómeno se produciría por tixotropía, siendo ésta la propiedad de algunos materiales de convertirse en fluidos si son sometidos a solicitación mecánica. De hecho, en la ceremonia de la licuación de la sangre el sacerdote agita ligeramente la ampolla.

Pero entonces ¿la sangre es tixotrópica? No, pero pudo obtenerse una sustancia tixotrópica, color rojo sangre, utilizando materiales también disponibles en el 1300 y realizable con los medios técnicos de la época: cloruro férrico, presente en el Vesubio en forma de molisita; carbonato cálcico, presente también en la cáscara de huevo, cloruro sódico (sal) y agua. Pero esta sustancia mantuvo sus propiedades sólo durante dos años, como el CICAP mismo declaró en 2005, porque no se preocuparon de preservar su estabilidad.

Estos argumentos no convencieron a la curia de Nápoles, y para respladar su escepticismo dijeron que en 1976 la sangre no se licuó a pesar de los ocho días de espera, mientras que en otras ocasiones ya se había licuado antes de la apertura de la teca.

Recientemente también se han realizado análisis espectroscópicos que revelarían la presencia de hemoglobina humana en las ampollas, pero ni el método en sí, cuyos resultados se prestan a muchas interpretaciones, ni el tipo de espectrómetro utilizado han convencido a la comunidad científica.

Sólo un análisis directo del contenido de las ampollas determinaría si efectivamente estamos en presencia de sangre humana o no.

Por otro lado, no es un fenómeno único. En diferentes partes del mundo se conservan ampollas con la sangre de santos que en muchos casos se licúa. Como por ejemplo la sangre de San Pantaleón o la de San Lorenzo.

Sangre de San Pantaleón. Monasterio de la Encarnación, Madrid

Sangre de San Pantaleón. Catedral de Ravello

En Madrid se produce un fenómeno parecido al de San Jenaro con la sangre de San Pantaleón, que se licúa todos los años el 26 y 27 de julio. La sangre pasa del estado sólido al líquido la noche del 26 (cuando empieza a licuarse) y el 27 se vuelve completamente líquida, permaneciendo así todo el día, hasta cambia de color que de rojo oscuro pasa a ser más claro y brillante. Y la ampolla no es agitada. El fenómeno acontece simultáneamente en Ravello (Salerno, Italia). En origen este relicario se encontraba en esta localidad, junto con otras reliquias del santo, entre las cuales otra ampolla de sangre, y fue donado en el siglo XVII por el Virrey de Nápoles al conde de Miranda el cual lo donó al Monasterio de la Encarnación cuando su hija entró en este convento.

También en este caso, la Iglesia no ha autorizado ningún análisis del contenido de la ampolla, pero al mismo tiempo no declara oficialmente como milagro este fenómeno.

En Amaseno (Frosinone, Italia) se conserva una ampolla con sangre mezclada con grasa, cenizas y un fragmento de piel de San Lorenzo. ¿Qué le sucede a esta mezcla el día de San Lorenzo, es decir el 10 de agosto?

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Para saber más: N. De Matthaeis: Legati a una Reliquia