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Sapevi che esistono le impronte dei piedi di Cristo?                                  Puoi leggere quest’articolo in italiano cliccando qui

Impronte San Sebastiano

Si has visto la película ‘Quo Vadis?’, y es muy probable, porque aunque sea de los años 50 la retransmiten todos los años por la televisión en Semana Santa, hacia el final de la cinta vemos como San Pedro intenta alejarse de Roma, para evitar el martirio al cual estaba destinado junto a otros muchos cristianos a los que Nerón había culpado de incendiar Roma. Algún tiempo antes, Pedro ya había sido apresado y metido en la cárcel Mamertina, que aún puede visitarse, situada debajo del Capitolio.

De esta cárcel de alta seguridad, sus dos carceleros Proceso y Martiniano, después de convertirse al cristianismo, le dejaron escapar (pagarán un caro precio por esto). Por lo tanto San Pedro coge el camino que lo conduce a la ‘Via Appia’, para salir de Roma. Pasa por una calle que ahora se conoce como ‘Via delle Terme di Caracalla’, que toma el nombre de las famosas termas, pero que en el año 64 aún no existían. Y allí, pierde un vendaje que tenía alrededor del tobillo para proteger la herida que le habían dejado las pesadas cadenas.

Esta venda es encontrada después por una matrona romana cristiana que vivía por allí cerca. Después del martirio de Pedro, esta venda se convirtió en una reliquia y la casa donde se custodió tomó el nombre de Titulus fasciole (del latín fasciola, es decir venda). Más adelante, en este mismo lugar, se construyó en el siglo VI, la iglesia de los santos Nereo y Aquileo, también denominada in fasciola, (puede visitarse), y donde estaría custodiada la famosa venda.

Impronte Quo Vadis

Pero volvamos a San Pedro. Desde Via delle Terme di Caracalla a la Via Appia el camino es corto. Y ahora llega la escena de la película que está basada en el apócrifo los ‘Hechos de Pedro’. Mientras Pedro sale de Roma ve a Jesucristo que camina en dirección contraria, es decir hacia Roma. Inmediatamente Pedro lo reconoce y le dice la famosa frase: ‘Domine, Quo Vadis?‘, es decir, Señor, ¿dónde vas? Y Jesús le contesta: “Venio Romam, iterum crucifigi” (Voy a Roma para que me crucifiquen de nuevo). San Pedro entonces lo entiende todo y da marcha atrás para encontrarse con su destino. Pero como no se sentía digno de morir como su maestro, pide ser crucificado boca abajo.

Pero ¿ha sucedido de verdad este episodio? Que Pedro intentara huir de Roma parece cierto, que tuvo una visión de Cristo, puede ser, pero hay más. Sí, porque no solamente las personas de carne y hueso dejan huellas por donde pasan, sino también algunas visiones.

Si os acercáis a la Via Appia Antica, podréis ver las huellas que dejó Cristo cuando se le apareció a San Pedro. Están en la iglesia de San Sebastián extramuros, en la capilla de las reliquias, entrando a la derecha. Y éstas, ‘obviamente’ son las originales porque también tenemos una copia en mármol en la cercana iglesia de Domine Quo Vadis?, más propiamente de Santa María in Palmis (o Santa María del las Plantas), erigida en el lugar donde se produjo la aparición. En esta pequeña iglesia no es difícil ‘tropezar’ con estas huellas porque son visibles en el suelo, en el centro, enseguida después de la entrada. En la pared de la derecha hay una placa de mármol que explica lo sucedido (ponemos la traducción):

“Esta iglesia está dedicada a Santa María de las plantas más comúnmente denominada Domine Quo Vadis. Se denomina de las plantas por la aparición de nuestro Señor a San Pedro, cuando este glorioso apóstol persuadido, más bien obligado por los cristianos a salir de la cárcel, a alejarse de Roma, se encaminó por esta Via Appia, y llegado a este lugar se encontró con nuestro Señor, que caminaba hacia Roma, en cuya presencia asombrado le dijo: Domine Quo Vadis, y le contestó: venio romam iterum crucifigi, enseguida entendió San Pedro el misterio y se acordó que le predijo una muerte semejante cuando le encomendó el gobierno de su Iglesia, y dando la vuelta volvió hacia Roma, y el Señor desapareció, y desapareciendo dejó marcadas las huellas de sus plantas en una piedra del pavimento de la calzada, y de esto tomó la iglesia el sobrenombre de las plantas, y por las palabras de San Pedro tiene el nombre de Quo Vadis. En medio de ésta está colocada la forma expresiva de las plantas de nuestro Señor sacada de esa piedra en la que por él fueron impresas, que actualmente se conserva en la iglesia de San Sebastián”. (Pasquale Falusca da Montasola, ermitaño. Año 1830).

Fíjense que las huellas de los pies están orientadas hacia la izquierda, es decir, hacia Roma. No podía ser de otra manera.

Targa Quo Vadis