Tag
Baldaquino de Bernini, Basilica Costantiniana, Capillas de las Reliquias, Columna de los Endemoniados, Columna de los Obsesos, Columna Santa, Sala de la Columna, San Pedro en el Vaticano, Templo de Salomón
La colonna santa, o degli ossessi Puoi leggere quest’articolo in italiano cliccando qui
Entre las muchas curiosidades que existen en Roma, existe también una pequeña columna que aunque se llame santa, es más conocida con el nombre de columna ‘de los obsesos’ o ‘de los endemoniados’.
La actual basílica de San Pedro en el Vaticano está construida sobre el emplazamiento ocupado por la primitiva basílica constantiniana del siglo IV. Muchos elementos que pertenecieron a la antigua basílica fueron reutilizados en la nueva, entre los cuales doce columnitas de mármol, en espiral, que según la tradición, habían pertenecido al templo de Salomón de Jerusalén.
De estas doce columnitas, diez fueron reutilizadas en la nueva basílica: ocho bajo la cúpula, es decir dos en cada balcón de las capillas de las reliquias, en los pilares que sostienen la cúpula (ver mi artículo sobre estos cuatro pilares); otras dos están en la capilla del Santo Sacramento (en la foto podemos verlas en el altar de la derecha), y otra, llamada ‘santa’, estaba al lado de la capilla de ‘La piedad’. De la última parece ser que se ha perdido todo rastro.
La columna llamada ‘santa’, custodiada por una verja, recibió este nombre porque en ella, según la tradición, solía apoyarse Jesucristo cuando predicaba en el templo. Y por este motivo era objeto de veneración.
Empezó después a ser llamada ‘de los obsesos’ o ‘de los endemoniados’ porque antiguamente se ataban a ella los endemoniados mientras eran exorcizados. Y ¿por qué se utilizaba para tal fin? Precisamente porque, por haber estado en contacto con Jesús, poseía toda la energía suficiente, que se añadía a la del exorcista, para expulsar a los espíritus malignos.
Desde 1965 esta columna se encuentra en el tesoro de la basílica, en la conocida como Sala de la Columna.
Es muy probable que estas columnitas sirvieran de inspiración a Bernini para las columnas que sostienen el famoso baldaquino del altar mayor de la basílica. El parecido es evidente. En la foto podemos ver tanto el baldaquino como las columnitas del balcón que corresponden a la capilla de Santa Elena. Estas últimas, aunque midan más de tres metros, al lado del baldaquino berniniano, que tiene casi treinta metros, parecen pequeñas, pequeñas…..
Pingback: La colonna santa, o degli ossessi | Reliquiosamente
Estupendo !!!!
Gracias guapa
A ti!
Pingback: “Lapis aequipondus” una piedra “multiusos” | Reliquiosamente