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Sulle orme degli apostoli: le reliquie di Sant’Andrea – Puoi leggere quest’articolo in italiano cliccando qui

Martirio de San Andrés (detalle). Ciclo del martirio de San Andrés. Mattia Preti (1913-1699). Iglesia de Sant’Andrea della Valle, Roma

Andrés era hermano de Simón Pedro y también era pescador. Fue, junto con Juan, uno de los discípulos de Juan Bautista y el primero de los apóstoles en responder a la llamada de Jesús. Enseguida después fue a decirle a su hermano que había encontrado al Mesías e inmediatamente lo llevó ante él. Su nombre aparece muy pocas veces en el Evangelio y una sola vez en los Hechos de los Apóstoles. Pero sabemos por Eusebio de Cesarea1 que, después de Pentecostés, va a predicar en Asia Menor y en Escitia, a orillas del Mar Negro. Sucesivamente pasa a Grecia, convirtiéndose obispo de Patras, en Acaya.

Alrededor del año 60, un 30 de noviembre, es martirizado por orden del procónsul romano Egea. Primero es flagelado, luego atado a una cruz decusada, es decir en forma de X, que a partir de entonces será conocida como ‘Cruz de San Andrés’. Durante los dos días en los que se mantiene vivo continúa instruyendo a su pueblo. Es sepultado en Patras y en el año 357 su cuerpo, menos la cabeza, es llevado a Constantinopla donde, por orden del emperador Constancio II, es depositado, junto con el cuerpo de Lucas evangelista, en la basílica de los Apóstoles, y donde ya habían llevado el de Timoteo, discípulo de Pablo.

En Roma, en la iglesia de ‘Sant’Andrea della Valle’, podemos admirar tres espléndidos frescos que representan el ciclo del martirio de San Andrés: martirio, crucifixión y sepultura, obra de Mattia Preti (1613-1699).

Las reliquias permanecieron en Constantinopla hasta los tiempos de la IV Cruzada, cuando fueron trasladadas a Italia por el legado pontificio nativo de Amalfi, cardenal Capuano y, en 1208, fueron definitivamente depositadas en la cripta de la catedral de Amalfi, donde en parte siguen estando.

Catedral de Amalfi
Cripta de la catedral de Amalfi. Bajo el altar están depositadas las reliquias de San Andrés

Antes de esto, en el siglo VI, una mano y un brazo de San Andrés fueron donados por el papa Gregorio Magno al obispo de Luni, Venancio, y se conservan actualmente en la catedral de Sarzana (La Spezia, Italia).

En 1460 los turcos invaden Grecia y por este motivo, Tomás el Paleólogo, tirano de Morea, decide huir, en vista de la inminente llegada de los turcos a Acaya. Se lleva consigo la cabeza de San Andrés junto con un dedo y algunas partes de la cruz y las ofrece a Pío II, a cambio de un compromiso por parte del papa de librar una nueva cruzada. El papa acepta, prometiendo además, devolver las reliquias cuando Grecia sería liberada. En ese espacio de tiempo las reliquias desembarcan en Ancona (Italia) y se trasladan de forma solemne a Roma en 1462, llevadas por el mismo Tomás el Paleólogo en fuga, junto con el cardenal Bessarion.

La cabeza, menos la mandíbula que fue enviada a Pienza (Siena), fue custodiada en el templete de ‘Sant’Andrea fuori Porta del Popolo’, o ‘del Vignola’, donde permaneció hasta 1629 cuando fue trasladada a San Pedro en ocasión de la consagración de la nueva basílica. Ocupó una de la cuatro capillas que están en la base de los pilares que sostienen la cúpula, destinadas a las reliquias más importantes2. La capilla lleva la siguiente inscripción:

S. Andrea caput, quod Pius II. ex Achaia in Vaticanum asportandum curauit, Urbanus VIII. nouis hic ornamentis decoratum, sacrisue. statuae, ac Sacelli honoribus coli voluit”3

San Andrés. Francisco Duquesnoy (1597-1643). Basílica de San Pedro en Vaticano

Delante de la capilla hay la gran estatua de San Andrés, obra de Francisco Duquesnoy (1597-1643) también conocido como el Flamenco. Y en esa capilla permaneció hasta 1964, cuando Pablo VI, tal vez para mantener la antigua promesa, mandó que se devolviera a la Iglesia ortodoxa de Patras. Está actualmente custodiada en la iglesia de San Andrés de Patras junto con un fragmento de la cruz del martirio del apóstol. Otras reliquias del santo pueden encontrarse en otros templos cristianos.

Relicario que contiene el cráneo de San Andrés. Basílica de San Andrés apóstol, Patras.
Relicario que contiene el cráneo de San Andrés visto desde arriba. Basílica de San Andrés apóstol, Patras
Fragmentos de la cruz del martirio de San Andrés. Basílica de San Andrés apóstol, Patras

San Andrés es, desde el siglo X, el patrono de Escocia, cuya bandera reproduce la cruz del santo. Este patronato se basa en algunas leyendas que relatan la llegada a esa nación desde Constantinopla de parte de las reliquias, que habrían sido custodiadas en la catedral de Edimburgo. Sea esto cierto o no, éstas habrían desaparecido a causa de la destrucción del edificio, en 1559, por obra de los protestantes. Por este motivo Pablo VI en 1969 donó un fragmento sagrado del santo a la catedral de Edimburgo que ahora es venerado junto con otra reliquia donada por el arzobispo de Amalfi en 1879.

Cabeza de San Andrés. Catedral de Amalfi

Volviendo a Amalfi, la fuente que nos habla del traslado de las reliquias de San Andrés desde Constantinopla a esta ciudad es la ‘De traslatione corporis S.Andrea’ atribuida a Matteo de Gariofalo, que fue nombrado obispo de Aversa en 1225. Dicha crónica fue reportada en algunos manuscritos del siglo XVII, mientras que al siglo XIII se remontaría una reelaboración de la misma reportada en un manuscrito del siglo XVI. Según esta fuente, cuando las reliquias llegaron a Amalfi el cardenal Pietro Capuano, para protegerlas de posibles robos, las dividió en dos partes: puso la cabeza en una urna de mármol, que escondió en un lugar poco conocido de la cripta, y el resto en una caja de plata que fue colocada bajo el altar cubierta por una losa de mármol, con en el centro una abertura, la ‘fenestrella’ (la ventanita), para permitir a los fieles el contacto con las reliquias a través de tiras de tela que se introducían a través de la misma. La cabeza del apóstol con el tiempo pasó al olvido y no fue hasta 1603 cuando fue hallada, durante las obras de restauración de la cripta. Pero fue de nuevo escondida para protegerla de los ataques de los piratas que en esa época infestaban las aguas del Mediterráneo, incluido el Sur de Italia. La urna con la preciosa reliquia volvió de nuevo a la luz el 28 de enero de 1846, durante los trabajos de renovación del suelo de la cripta y, esta vez sí, fue definitivamente expuesta a la veneración de los fieles.

Pero entonces, si la cabeza de San Andrés se había quedado en Patras hasta el 1460, sucesivamente llevada a Roma y custodiada en el Vaticano hasta 1964, cuando fue devuelta a Patras, ¿cómo es posible que se encuentre en Amalfi?

Amalfi tiene una gran adoración por su patrono. De hecho, se celebran fiestas en su honor varias veces al año: el 30 de noviembre, la fecha de su muerte; el 8 de mayo, la llegada de las reliquias desde Constantinopla; y 27 de Junio, conocida como fiesta del ‘patrocinio’, es la fecha en la que el santo hizo el milagro de salvar la ciudad de la invasión del pirata Kair-Ad-Din (llamado Barbarroja), en 1544. Pero también el 28 de enero, fecha del hallazgo de las reliquias en 1846. El 27 de junio y el 30 de noviembre la efigie del santo es sacada en procesión por las calles de Amalfi que termina con la espectacular subida a la carrera de la ‘scalea’ (la escalinata) de la catedral por parte de los portadores, vestidos de rojo y acompañados por la marcha del Moisés de Rossini.

El ‘milagro de San Andrés’ se produce cuando desde la tumba del santo sale una sustancia oleosa, incolora e inodora llamada ‘maná’4 y que ya se manifestaba cuando las reliquias del apóstol estaban en Constantinopla. En caso de que no suceda, los amalfitanos lo consideran una señal de mal auspicio, un poco como cuando la sangre de San Jenaro, en Nápoles, no se licúa.

Esto ocurrió por primera vez el 29 de noviembre de 1304, o por lo menos fue cuando se dieron cuenta. Al ‘maná’ se le atribuyen propiedades taumatúrgicas y hasta milagrosas. Se recoge (no siempre o a veces solo pocas gotas) varias veces al año: el 28 de enero (que es cuando normalmente se recoge la mayor cantidad), el 26 de junio, el 29 de noviembre, Navidad, Pascua y en la Inmaculada. Cuando el ‘maná’ está presente, se da las gracias a Dios cantando el ‘Te Deum’: se recoge y se distribuye a los fieles en trozos de algodón. Cuando, en cambio, no hay, se canta el ‘Parce Domine’, para implorar el perdón.

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1 – Historia Eclesiástica, III, 1

2.- Lee también mi artículo ‘Los cuatro pilares de la cúpula de San Pedro

3.- ‘Urbano VIII quiso que la cabeza de San Andrés,  que Pío II mandó traer desde Acaya hasta el Vaticano, decorada aquí con nuevos ornamentos, fuera honrada con una estatua sacra y un templete’.

4.- Diferente del ‘Maná de San Nicolás’, que es agua. Lee también mi artículo dedicado a las reliquias de San Nicolás.

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