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Il piatto e le ceneri di San Giovanni Battista                                         Puoi leggere quest’articolo in italiano cliccando qui

Caravaggio Battista

Entre todas las reliquias de santos, posiblemente las más difundidas en el mundo son las de San Juan Bautista. No me extraña, vista la importancia del personaje. Acerca de su cabeza he dado algunas informaciones en mi artículo del pasado 12 de abril. El Bautista fue decapitado, esto todo el mundo lo sabe, pero ¿qué ha pasado con el resto de su cuerpo? Hablaremos de ello un poco más adelante, pero primero tenemos que ir a Génova.

Guido Reni SaloméGénova tiene un vínculo muy especial con el Bautista y para entenderlo mejor debemos visitar el Tesoro de la Catedral de San Lorenzo, donde hay una sala exclusivamente dedicada a este santo, principal patrono de la ciudad. En una vitrina podemos ver el ‘Plato de San Juan’ sobre el cual, según la tradición, la cabeza del Bautista fue presentada a Salomé. Este plato fue un regalo del papa genovés Inocencio VIII (1484-1492), que a su vez lo había recibido del cardenal Balue, consejero de la casa de Valois.

piatto

Pero no sabemos cómo el plato llegó a Francia. Según otras versiones, probablemente procedía los bienes secuestrados a los Templarios entre los cuales había muchas reliquias sustraídas de Tierra Santa. En resumen, pocas noticias y confusas. Todo lo que sabemos de este objeto es que es de calcedonio, un tipo de cuarzo, fabricado durante el imperio romano, probablemente en el siglo I d.C. El el siglo XIV fue ‘enriquecido’ con una decoración, realizada en Francia para la casa real de Valois, en oro, rubíes y esmaltes: en el centro hay una cabeza que representa al santo y el borde del plato está revestido de una lámina de oro con un una frase en latín “Joannes Baptiste inter natos mulierum non surrexit maior”, “entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista”, frase pronunciada por Jesús (Mt 11,11). Sarmientos y vides decoran la parte posterior que enconden una rotura. La especial iluminación del plato hace que se pueda admirar el paso del azul al amarillo con manchas rojas, típico del calcedonio, sólo visible cuando este mineral es atravesado por la luz.

Siempre en la sala de San Juan Bautista tenemos otros tesoros que, sin embargo, tienen que ver con las cenizas del santo. Pero es posible que no todos sepan lo que sucedió con el resto del cuerpo del Bautista después de su decapitación. Sus restos, privados de la cabeza, fueron conservados y venerados en Sebaste, Samaría, pero más tarde, bajo el emperador Julián el Apóstata (361-363), fueron profanados e incinerados y las cenizas dispersadas.

La tradición cuenta que un monje las recogió y las llevó a su convento. Posteriormente habrían llegado a un convento de Myra, ciudad de Licia, en el 540. Durante la primera cruzada (1096-1099) y de vuelta del sitio de Antioquía, lo genoveses guiados por Guillermo Embríaco se dirigieron a Myra para buscar las reliquias de San Nicolás, ciudad de la que había sido obispo en el siglo IV. Cuando llegaron descubrieron que habían sido precedidos por los bareses y por los venecianos. Pero a pesar de ello cavaron debajo del altar mayor y hallaron otros restos más importantes: las cenizas de San Juan Bautista. Las cenizas llegaron a Génova el 6 de mayo de 1099, después de tres meses de viaje. Este episodio también está representado en el cuadro de Francisco Solimena (1657-1747), en el que podemos ver el desembarco solemne de las cenizas que son esperadas por los ciudadanos de la ciudad arrodillados, encabezados por el obispo.

LO SBARCO A GENOVA DELLE CENERI DEL BATTISTA

Al final del 1200 se creó la Cofradía de San Juan Bautista que tenía la misión de llevar las reliquias al muelle en caso de tormenta en el mar. En las ‘Memorias de Génova’ de Schiaffino (siglo XVII) están registradas todas las múltiples ocasiones en las que, gracias a las cenizas, el ímpetu de las ondas fue dominado y el viento calmado, salvando muchos barcos anclados en el puerto o a punto de llegar.

Una parte de las cenizas de Génova se donó a la Cofradía de los Disciplinantes de San Juan Bautista, en la cercana localidad de Loano. Si excluimos esta parte, habría que preguntarse de dónde vienen todas las otras cenizas custodiadas en otros lugares, como por ejemplo en Roma y en otras ciudades. Además, a pesar de la incineración de los restos, por el mundo existen muchas partes del cuerpo, más de las que una persona (entera) pueda tener. ¿Fueron robadas antes de ser incineradas? El cuerpo ¿no fue quemado del todo?

ottavo centenario

En cualquier caso, y volviendo a las cenizas de Génova, podemos bien decir que parte de la vida pública de esta ciudad estuvo estrechamente ligada, o tal vez siga estándolo, a esta reliquia. En 1899 se acuñó una moneda para conmemorar el octavo centenario de la llegada de las cenizas a la ciudad. Para la ocasión se organizaron numerosos eventos y festejos tanto religiosos como civiles, incluso deportivos. Otra medalla conmemorativa se acuñó en 1999, en el noveno centenario de la traslación de las cenizas.

cartello ottavo centenario

nono centenario

Como decíamos antes, en la sala de San Juan Bautista del Tesoro de la catedral, podemos admirar los siguientes tesoros realizados para custodiar las cenizas del santo: el Arca de Barbarroja, el arca ceneri BarbarossaArmarito de las Cenizas y el Arca Procesional. La primera, del siglo XII, es así llamada porque se dice que fue donada por este emperador. De forma rectangular y con tapa a dos aguas, es un trabajo de orfebrería francés. El Armarito de las Cenizas es una arqueta que se usa para el rito del beso de las cenizas. Es un trabajo del siglo XVI. En la tapa lleva una inscripción que informa que en 1576 el arzobispo Pallavicini recogió las cenizas y las depositó en este reliquiario. Y por último, el Arca Procesional: realizada en el siglo XV en plata dorada por orfebres lígures. Es un arca con forma de catedral gótica sostenida en las esquinas por leones agachados. Está decorada con escenas de la vida de San arca ceneri battistaJuan Bautista y, en las cuatro esquinas, están los santos protectores de la ciudad: San Jorge, San Lorenzo, San Juan y San Mateo. La obra fue encargada por el Dogo para llevar en procesión las cenizas del santo. La procesión se realiza todos los años, el 24 de Junio, como en todas las ciudades o pueblos del mundo cuyo patrono es San Juan Bautista.

processione