Tag
Arte de Calimala, Baptisterio, Carlos V de Francia, Luis de Anjou, Luis IX de Francia, Marie de Blois, Opera di Santa Maria del Fiore, Paolo di Giovanni Sogliani, Relicario del librillo, Relicarios, reliquias de la pasión, Tesoro de la Obra de San Juan
Reliquiari fantastici: Il reliquiario del ‘libretto’. Puoi leggere quest’articolo in italiano cliccando qui
Está expuesto en el ‘Museo dell’Opera’ de la Catedral de ‘Santa María del Fiore’ de Florencia. En realidad son dos relicarios en uno: el interior, el así llamado ‘librillo’ y el exterior, construido para proteger el primero.
El ‘librillo’, es decir el relicario interior, pertenece a una tipología de relicarios llamado ‘de tablas’, destinado a la devoción privada, adecuado también como relicario ‘de viaje’. Comisionado por Carlos V de Francia (segunda mitad del siglo XIV) y realizado en el país galo, es un minúsculo políptico de oro de 7,5 cm de alto, formado por una parte central fija a partir de la cual se articulan seis hojas, tres por lado, que se cierran como un librillo. Abierto mide unos 24 cm.

En el interior contiene setenta y dos reliquias de varios santos, identificadas por filateras, que están protegidas por una película de mica e insertadas en otros tantos arquitos góticos, ordenados en cuatro filas por hoja, tres por fila. La tabla central, enmarcada por rubíes y perlas, encierra reliquias de la pasión de Cristo, identificables porque están dentro de receptáculos que tienen dibujadas las siluetas de las reliquias de las que proceden, protegidos por una fina hoja de cristal. Por lo tanto podemos ver el dibujo de una cruz, una pequeña túnica, una lanza, un flagelo, clavos, corona de espinas… Muy particulares son dos miniaturas pintadas sobre pergamino (los originales se conservan en el depósito del museo) aplicadas sobre una lámina de oro abatible, que se sobrepone a la tabla central y que debe bajarse cuando se cierra el librillo. Las miniaturas, de 65 x 40 mm, representan en un lado la Crucifixión, con la Virgen, San Juan y Santa María Magdalena, y en el otro lado la Trinidad con debajo los probables retratos de Luis, duque de Anjou y su esposa Marie de Blois, arrodillados, a los que el relicario fue donado por Carlos V, hermano de Luis, como puede leerse en una inscripción en la parte posterior del relicario.

Las dos caras extremas de las hojas están decoradas con flores de lis de Francia dentro de losanges, en oro sobre fondo oscuro. Las reliquias de la pasión de Cristo procederían de Constantinopla y habrían llegado a Europa como consecuencia del saqueo de esa ciudad llevado a cabo por los Cruzados en la IV Cruzada o serían una parte de las reliquias que el rey Luis IX de Francia compró en 1247 al emperador latino de Constantinopla, Balduino II, junto con la Corona de Espinas.
De este relicarios se perdió el rastro hasta 1465 cuando reapareció en el inventario de los objetos preciados en posesión de Pedro de Cósimo de Médicis, y en el que se redactó después de la muerte de Lorenzo de Médicis en 1492.
Probablemente habría sido llevado a Italia por Luis de Anjou, hijo de Carlos V, cuando fue nombrado rey de Nápoles, después de la muerte de la reina Juana. Pero no está claro cómo pudo llegar a las colecciones de los Médicis. Después de que éstos fueron expulsados, el relicario fue comprado en 1493 por ‘Arte de Calimala’, una de las siete artes mayores entre las corporaciones de artes y oficios presentes en Florencia en aquella época, que lo compraron a su último propietario, el cardenal de Siena Francesco Piccolomini (futuro Pío III), para que pudiera formar parte del Tesoro de la Obra de San Juan del Baptisterio.
Alrededor del 1500 fue incorporado a otro relicario, realizado por el florentino Paolo di Giovanni Sogliani, comisionado por ‘Arte de Calimala’. La obra formaba parte del tesoro del Baptisterio y la plata necesaria para su realización se recabó de la fundición de dos ‘rostros de plata’ que pertenecían al Baptisterio. Este segundo relicario tiene forma de templete y es de plata repujada, cincelada, dorada y con partes esmaltadas. En el pie puede verse, en un medallón, un águila, el símbolo de dicha corporación. Otras águilas están colocadas en las cuatro esquinas superiores de la teca. También pueden verse otros medallones esmaltados: bajo la ménsula, entre dos volutas, un medallón con la efigie de San Juan Bautista; los otros medallones, dos en la parte delantera y dos en la parte trasera de la teca, representan a los cuatro evangelistas.

La teca contiene el ‘librillo’, visible a través de un cristal, colocado sobre una base en forma de vaso dorado con sendos ángeles arrodillados. El librillo se expone abierto, de manera que pueden verse todos los pequeños compartimentos y la parte central, que está rodeada de rubíes y perlas, enmarcada por dos columnitas que ponen en evidencia esta parte del relicario, que es la más importante, es decir la que contiene las reliquias de la pasión de Cristo. La parte superior de la teca está hecha en forma de tímpano, esmaltada y con un medallón central en el que está representado un ‘Vir dolorum’, acompañado por dos ángeles, y coronada por Cristo resucitado. Se trata de una de las mayores obras de orfebrería de la época tanto por la arquitectura del conjunto como por la finura de los relieves, la viveza de los esmaltes y la bellísima decoración. Sus medidas son 90 x 33 cm.

En 1529, en ocasión del sitio de Florencia fue entregado al Cónsul, junto con otros objetos de valor de la Opera de San Juan, y fue rescatado algunos años más tarde. Cuando se abolieron las artes y las corporaciones (1770) por parte del Gran Duque de Toscana Leopoldo de Augsburgo-Lorena, el tesoro de la Obra de San Juan fue trasladado a la Obra de Santa María del Fiore y en 1891 se inauguró el Museo dell’Opera de la Catedral, donde esta obra de arte fue expuesta por primera vez en 1954.
Pingback: Reliquiari fantastici: il Reliquiario del ‘Libretto’ | Reliquiosamente
Pingback: La Santa Ampolla | Reliquiosamente