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Caravaca de la Cruz e Santo Toribio de Liébana: due giubilei in uno stesso anno Puoi leggere quest’articolo in italiano cliccando qui
Son pocos los lugares en el mundo que pueden celebrar el jubileo. Entre ellos están Caravaca de la Cruz (Murcia) y Santo Toribio de Liébana (Camaleño, Cantabria). Ambas guardan unos fragmentos de la Vera Cruz (el de Santo Toribio posiblemente el más grande de todos) y ambos son meta de peregrinación.
El privilegio de tener un jubileo está compartido con otras cinco sedes: Roma, Jerusalén, Santiago de Compostela, Urda (Toledo) y Valencia. En total siete, de las cuales cinco en España. Los jubileos, o años santos, pueden ser ‘ordinarios’, es decir que se celebran a intervalos regulares (e in perpetuum) y ‘extraordinarios’, celebrados para conmemorar circunstancias especiales. El de Roma se celebra cada 25 años, el de Santiago de Compostela cuando la fiesta de Santiago, o sea el 25 de julio, cae en domingo. El de Santo Domingo de Liébana cuando el 16 de abril, fiesta de Santo Toribio, es domingo. El de Caravaca de la Cruz cada siete años (el primero fue en el 2003), el de Urda cuando el 29 de Septiembre (fiesta del Cristo de la Mancha) es domingo (el primero fue en el 1996) y el de Valencia cada cinco años, a partir de 2014 que fue el primero.
En 2017 se dieron las circunstancias para que tanto Caravaca de la Cruz como Santo Toribio de Liébana celebrasen su jubileo.
Caravaca de la Cruz
El año santo de Caravaca de la Cruz se celebra en honor de la Santa Cruz de Caravaca, que contiene un fragmento del Lignum crucis. La presencia de esta reliquia en este lugar se remonta al siglo XIII. En 1981 se le concedió un año jubilar extraordinario en ocasión del 750 aniversario de la aparición de la Vera Cruz en Caravaca, y otro tuvo lugar en 1996. El 9 de enero de 1998 la Santa Sede concedió a Caravaca el privilegio de celebrar un jubileo in perpetuum celebrándose el primero en 2003. La reliquia está contenida en un relicario-estauroteca con forma de cruz patriarcal, es decir con dos brazos horizontales, de reducidas medidas: 7 y 10 cm los dos brazos y 17 cm de alto.
La cruz perteneció a Roberto, que fue el primer patriarca de Jerusalén después de la reconquista de la ciudad a los musulmanes (primera cruzada 1099). En la sexta cruzada (1228- 1229) se sabe que un obispo sucesor de Roberto tenía la reliquia en su poder y, sin embargo, tres años más tarde, el 3 de mayo de 1232, la reliquia había llegado ‘milagrosamente’ a Caravaca. Según la tradición, la reliquia fue transportada por dos ángeles, que son los que a veces se representan con la cruz.
Eran los tiempos de la taifa1 de Murcia. Un grupo de prisioneros cristianos fue llevado a Caravaca y se le preguntó al sacerdote Ginés Pérez Chirinos, que se encontraba con ellos, cuál era su oficio. Cuando éste contestó que su oficio era el de celebrar misa, el rey quiso que la celebrara por curiosidad. El sacerdote dijo que para ello necesitaba un crucifijo y fue así que aparecieron dos ángeles portando un relicario con el lignum crucis que dejaron sobre el improvisado altar. El rey entonces, al ver este prodigio, se convirtió al cristianismo.
Este territorio, algunos años más tarde, fue conquistado por el rey cristiano Fernando III ‘el Santo’ y la cruz sirvió de talismán contra otros posibles ataques musulmanes.
En 1934 la cruz fue robada. Los ladrones robaron los fragmentos de madera del lignum crucis dejando el relicario, pero nunca se pudo descubrir al autor (o autores) del robo. Después de la Guerra Civil Española Pío XII, en 1945, donó a Caravaca otros dos pequeños fragmentos del lignum crucis.
Aunque el jubileo se celebra a lo largo de todo el año, los festejos en Caravaca, en honor de la Santa Cruz, se desarrollan (como todos los años) del 1 al 5 de mayo y han sido declarados de interés turístico internacional. De hecho, además de las celebraciones religiosas, hay muchas más atracciones, como la lucha entre moros y cristianos (con una gran puesta en escena y fastuoso vestuario), los caballos del vino (carreras de caballos especialmente ajedrezados para la ocasión con bellísimas gualdrapas bordadas), desfiles, concursos gastronómicos, etc.
Santo Toribio de Liébana
En 2017 se celebró el 73 Año Jubilar Lebaniego en el Monasterio de Santo Toribio de Liébana. Fue concedido por primera vez en 1512 por Julio II porque en este sitio se conserva, según los monjes de este monasterio, el fragmento más grande de la Vera Cruz que existe en el mundo. Este lugar es tradicionalmente, desde hace siglos, frecuentado por muchos peregrinos, no solo por los poderes milagrosos atribuidos a los restos de Santo Toribio y la presencia del lignum crucis, sino también porque está muy cerca de uno de los ‘Caminos de Santiago’: el ‘Camino del Norte’.
La reliquia de la Vera Cruz fue llevada a España por el obispo Toribio de Astorga (402-476). Era guardián de las reliquias de Cristo en Jerusalén y llevó la reliquia a Astorga, habiendo sido sucesivamente trasladada a Liébana para ponerla a salvo de los musulmanes (siglo VIII). A partir de este momento el lugar se convierte en meta de peregrinaciones.
El fragmento pertenecería al brazo izquierdo de la cruz y consta de dos pequeños listones dispuestos en forma de cruz y es visible el agujero dejado por el clavo. De esta reliquia, a lo largo de los siglos, se extrajeron pequeños trozos para pagar algunos favores, cosa bastante común en la Edad Media. Por este motivo, para evitar que el tamaño de la reliquia se siguiera reduciendo, en 1679 se mandó hacer una estauroteca de plata dorada, en la que se colocó el fragmento en forma de cruz (por lo que se dividió en dos partes). Desde entonces no se ha extraído ningún fragmento más. Oficialmente las medidas son: 635 mm el listón vertical, 393 el horizontal, con un espesor de 39 mm. El examen de la madera realizado en 1958 por el Instituto de Ciencias Forestales de Madrid determinó que pertenece al Cupressus sempervirens (o ciprés común) presente también en Palestina, cuya datación se remontaría al siglo I.
Según las medidas oficiales, el volumen de esta reliquia sería de 850.000 mm3. Pero según M. Hesemann2 solo es de 220.000 mm3. El volumen declarado por los monjes se basa en que el relicario, de 63,5 cm de alto, estaría ocupado por la reliquia hasta el borde. Pero, una inspección realizada en el 2000 ha demostrado que la reliquia tiene un ancho de 30 mm y un espesor de 10. Tiene unos 740 mm de largo. Además, está dividida en dos partes. Esto hace suponer que no sería el fragmento más grande de los actualmente existentes.3
Santo Toribio de Liébana es un lugar paradisíaco, especialmente para los amantes de la naturaleza y la montaña. Y el mar no está lejos. Quien quisiera ganar una indulgencia plenaria, es decir el perdón de todos los pecados, antes de gozar de las bellezas del lugar, cuando llegue a este monasterio (evidentemente en año jubilar) deberá: rezar el Padrenuestro, el Credo y una oración por el papa; confesarse; y asistir a la misa del peregrino.
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- Las taifas (o Reinos de Taifa) eran pequeños estados musulmanes que surgieron en la península ibérica después de la disolución del califato de Córdoba (siglo XI)
- Hesemann. Testimoni del Golgota. Le reliquie della passione di Gesú. Roma 2003
- Consulta también mi artículo en esta misma publicación ‘Cuántos fragmentos de la Vera Cruz existen en el mundo?
Querida Nicoletta espero que estés bien dentro de lo posible, muchas gracias por tus artÃculos, un beso Cari
Gracias a ti. Un abrazo
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